Testimonios
A continuación damos la voz a quién ya nos dió la confianza.
Nina Pulenta
Miembro del Grupo Organizador desde 2010
Hace 5 años que soy voluntaria en AEDIN. Fueron muchos los motivos que me movilizaron a ayudar pero creo que principalmente sabia que mi esfuerzo en AEDIN estaba respaldado por todas las personas que trabajan en esta obra y el amor que hay por los chicos y por darles todo lo que se merecen. Cuando a te toca vivirlo de cerca uno toma conciencia del apoyo y contención que necesitan tanto los chicos como sus familias. Y eso es AEDIN, es ese lugar seguro, cálido, lleno de amor en el que siempre hay soluciones e ideas nuevas. Se que cada hora que yo dedico de mi tiempo realmente suma y confío ciegamente en que mi pequeño aporte es triplicado en AEDIN día a día. Mi compromiso con AEDIN es reflejo de cómo se trabaja, la seriedad de la obra y las personas que lo hacen posible. Agradezco a AEDIN por darme la oportunidad de ayudar y conocer personas increíbles.
Paula y Cesar Nanni Pasten, padres de Sofia y Victoria - pacientes del Centro de Rehabilitación
“Tenemos la genial encomienda de contarles que es Aedin para nuestras hijas Sofía y Victoria.
Ellas salen de casa con gritos que ahora sabemos de alegría. Desde hace dos años ellas tienen un espacio en donde los estímulos las rodean, las abrigan y las contienen. "Vamos a Aedin", decimos nosotros en familia.
Son felices desde que las concebimos, pero la genética les puso fecha de vencimiento temprana e infinitas limitaciones. Todos en Aedin somos conscientes de esto, entonces la felicidad en el tiempo es nuestra guerra y los estímulos y la comunicación certera son nuestras armas para conquistar a las sonrisas y más de esa alegría cotidiana. Y siempre, tres veces por semana, en el área de Kinesiología, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, ganamos batallas increíbles.
Victoria camina con el soporte de trajes Teratog´s, valvas y sostenedores de rodilla. Todas armaduras que las Kinesiologas de Aedin nos recomendaron. Entonces en una de esas caminatas pasa a buscar a su hermana y la ayuda a tener ganas, a animarse. Están sostenidas por toda la buena voluntad, la fuerza y la excelentísima sapienza de sus kinesiólogas que hacen del milagro un camino y nuestras hijas transitan por él.
Sofía, sonríe con todos los dientes, está entrando a su sesión de Fonoaudilogía, ella tiene la certeza de que se divertirá interactuando con un cuento o jugando con muñecas, en el transcurrir, se comunicará con señas, pictograma y miradas .Será comprendida y su comunicación tendrá consecuencias con ese juego. Entonces se abre la puerta nuevamente y Sofía sale para contar en su cara y sus manos la alegría de tener nuevas experiencias.
Pero en el tercer piso, en Terapia Ocupacional, la cosa se pone brava... nuestras hijas se enfrentan a tareas serias como tener que pintar una obra de arte con espuma o bañar a una muñeca de cabeza a pies con las indicaciones de un comunicador. Es entonces cuando las carcajadas se disparan a troche y moche y no queda en pie ni una sola posibilidad de tristeza en el día.
Eso es Aedin para Victoria y Sofia. Ellas, en este espacio, ganan batallas vivenciando inmensas alegrías. Para nuestra familia esto no es poco.
Queremos aprovechar para dar las gracias a todo el personal, desde el que nos abre la puerta, nos atiende el teléfono, sus directoras y sus terapeutas que nos dieron en estos años lo que estábamos buscando, un centro de excelencia que no ve una enfermedad de las llamadas poco frecuente sin ver antes a dos nenas con ganas de ser personitas escuchadas y entendidas, todos los días,
Si esta noche usted colaboró con esta entidad, esta pensando hacerlo o lo hace desde hace años. Sepa que tiene nuestra eterna gratitud y nuestros rezos para que transite una vida con plenas posibilidades de ser feliz toda la vida, como lo hacen nuestras hijas.”